viernes, 19 de febrero de 2010

Primera entrada: Chaplin.

Hace bastante tiempo, en verano que es cuando más tiempo hay, me propuse empezar a escribir un blog sobre temas diversos. Pensé en dar un poco de publicidad al grupo que teníamos por aquel entonces Durán, Piles, Alfredo y yo, que con el tiempo dejaríamos por irnos a estudiar a ciudades diferentes, así como hablar de distintos temas que me interesan, como son el cine, la música, o sitios del mundo que me gustaría visitar o he tenido la suerte de haber visitado ya.

Lo cierto es que este blog servirá también para que mis largas parrafadas, que más de uno y una se habrá tenido que tragar ya, se queden aquí, así como los momentos de inspiración filosóficos, que me vienen a la mente de vez en cuando, pueda reflejarlos aquí y no se borren al cerrar una ventana de messenger.

Es difícil saber por qué empezar porque son muchas cosas sobre las que quisiera escribir o mostrar aquí, además no pocas veces se unen con el pecado capital de la pereza, pero supongo que todo es coger el hilo y soltarse poco a poco.

¿Por qué empiezo en particular?
Esta tarde, mientras ordenaba una revistas de cine en la Hemeroteca, me paré a pensar en quien yo considero uno de los mejores cineastas de la Historia, y ese no es otro que Charles Chaplin.

Quisiera centrarme en una de sus más controvertidas películas: El gran dictador.
Desde una perspectiva del presente es fácil entender y criticar hechos pasados, pero criticarlos en el mismo momento en el que ocurren, es uno de los mayores méritos de este genio.
La calidad del cine o cualquier otra manifestación artística y, sobre todo, su trasfondo, debemos valorarlo teniendo en cuenta el momento en el que se realiza.
De ningún modo "El guernica" de Picasso tendría el mismo valor que tiene si se hubiera realizado hace diez años entendiéndolo como una imagen, como una percepción de la barbarie de la Guerra Civil, y en particular, el bombardeo de Guernica, por poner un ejemplo.
El discurso final de esta película lo dice todo.
Dicen que Adolf Hitler llegó a verla dos veces, y que al propio Chaplin le hubiera gustado saber qué comentaría acerca de todo ello. Este mismo confesaría que si hubiera sabido al filmarla de la existencia de campos de concentración, nunca la hubiera hecho.
Aquí os dejo la escena con el discurso final, y la transcripción del mismo.



Realmente lo siento, pero no aspiro a ser emperador. Eso no es para mí. No pretendo regentar, ni conquistar nada de nada. Me gustaría ayudar en lo posible a cristianos y judíos, negros y blancos. Todos tenemos el deseo de ayudarnos mutuamente. La gente civilizada es así. Queremos vivir de nuestra dicha mutua...no de nuestra mutua desdicha. No queremos despreciarnos y odiarnos mutuamente.

En este mundo hay sitio para todos. Y la buena tierra es rica y puede garantizar la subsistencia de todos. El camino de la vida puede ser libre y magnífico, pero hemos perdido ese camino. La voracidad ha envenenado el alma de los hombres, ha rodeado el mundo con un círculo de odio y nos ha hecho entrar marcando el paso de la oca en la miseria y en la sangre. Hemos mejorado la velocidad pero somos esclavos de ella. La mecanización que trae consigo la abundancia nos ha alejado del deseo. Nuestra ciencia nos ha vuelto cínicos. Nuestra inteligencia duros y brutales. Pensamos en exceso y no sentimos bastante. Tenemos más necesidad de espíritu humanitario que de mecanización. Necesitamos más la amabilidad y la cortesía que la inteligencia. Sin estas cualidades la vida solo puede ser violenta y todo estará perdido. La aviación y la radio nos han acercado los unos a los otros. La naturaleza misma de estos inventos requería la bondad del hombre y reclamaba una fraternidad universal para la unión de todos.

En este momento mi voz llega a miles de seres esparcidos por el mundo. A aquellos que puedan comprenderle les digo: no desesperéis, la desgracia que ha caído sobre nosotros no es más que el resultado de un apetito feroz, de la amargura de unos hombres que temen el camino del progreso humano. El odio de los hombres pasará y los dictadores perecerán, y el poder que han usurpado al pueblo volverá al pueblo. ¡Y mientras existan hombres que sepan morir, la libertad no podrá perecer! Soldados, no os entreguéis a esos brutos...hombres que os desprecian y os tratan como esclavos, hombres que regimientan vuestras vidas, imponen vuestros actos, vuestros pensamientos y vuestros sentimientos; que os amaestran, os hacen ayunar, os tratan como ganado y ¡os utilizan como carne de cañón!.No os pongáis en manos de esos hombres contra natura, de esos hombres-máquina con corazones de máquina. ¡Vosotros no sois máquinas!¡Vosotros no sois ganado!¡Vosotros sois hombres!¡Vosotros lleváis el amor de la humanidad en vuestros corazones! No odiéis. Sólo los que no son amados odian. Los que no son amados y los anormales....Soldados, ¡no combatáis por la esclavitud! Combatid por la libertad.
En el capítulo 17 del evangelio según San Lucas está escrito: "El reino de Dios está en el hombre mismo". No en un solo hombre, ni en un grupo de hombres, ¡en todos los hombres! Y ¡vosotros! Vosotros, el pueblo tenéis el poder para crear máquinas. El poder para crear la felicidad. Vosotros el pueblo tenéis el poder para crear esa vida libre y espléndida...para hacer de esa vida una radiante aventura. Entonces, en nombre de la democracia, utilicemos ese poder...¡unámonos todos! Luchemos por un nuevo mundo, un mundo limpio que ofrezca a todos la posibilidad de trabajar, que de a la juventud un porvenir y resguarde a los ancianos de la necesidad, prometiendo estas cosas gente ambiciosa se ha hecho con el poder, pero ¡han mentido! No han mantenido sus promesas, ¡ni las mantendrán jamás! Los dictadores se han liberado pero han domesticado al pueblo. Combatamos ahora para que se cumpla esa promesa. Combatamos por un mundo equilibrado...un mundo de ciencia en el que el Progreso lleve a todos a la felicidad. ¡Soldados! en nombre de la democracia, ¡unámonos!


No sólo supone una crítica al regimen nazi, sino a todos los fascismos y dictaduras (en España estuvo prohibida hasta la muerte de Franco), una apología de la libertad de la humanidad. Mostrar ante el mundo este discurso en 1940 tiene un gran mérito. Recomiendo no sólo esta película, sino cualquiera de Chaplin a todos, no sólo por esta faceta crítica de las injusticias de su época, sino también por saber unir a la perfección la tragedia y la comedia.

Salud.

3 comentarios:

  1. Como he dicho anteriormente: ¡Viiiva viiiva!
    Espero que blogspot no intente echarte, como otros... Tú ya me entiendes ;D

    ¡Sigue escribiendo, que así haces algo por la vida!

    Un besiiii

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  2. Oooooh gran comentario sí señor!!! :D Me vas a matar pero la empecé a ver y no la acabé. He de finalizarla. Ay Barber, me gusta como escribes ^^

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  3. No te mataré... (aún jajajaja), tienes mucho tiempo para verla, a mí me parece una de las imprescindibles la verdad. A vuestros comentarios gracias =), seguiré escribiendo para hacer algo por la vida además jajajaja. La próxima entrada te la dedicaré Julipy por los últimos vídeos y las interminables risas que nos han proporcionado últimamente. Una vez más, gracias por vuestros comentarios ^^, los primeros de la vida de este blog. Un abrazo :)

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