jueves, 25 de febrero de 2010

LA LENGUA DE LAS MARIPOSAS



Sé que es un tema controvertido pero me parece justo poder hacer mención en este blog a este hecho, el cual yo estoy harto de escuchar que no es necesario recordar.

Pues bien estoy harto precisamente porque las heridas hay que curarlas y no dejarlas ahí y dejar que sólo el tiempo las cicatrice, ya que se corre el riesgo de que se infecten , y lo que es peor, que se vuelvan a abrir. La memoria histórica, como se le está llamando a la recuperación de cadáveres de republicanos hallados en fosas, no tiene un fin justiciero ni político, tiene un fin humano, por nuestra dignidad innata a poder ser recordados. Me parece justo para ellos esta labor, no sólo por lo que se les hizo en sus últimos momentos de vida, sino por la cantidad de años que han sufrido también el olvido.

“La lengua de las mariposas” de José Luis Cuerda, del cual también recomiendo “Amanece que no es poco” (si en vez de llorar quieren morirse de la risa), es una película ambientada en esta triste época de nuestra historia. En ella se entremezcla la inocencia de Moncho con un mundo que se le abre en el ámbito educativo y en su vida(Moncho tenía verdadero pánico a que el maestro tuviera mano dura y resulta que se encuentra con algo completamente distinto: una educación abierta y liberal) y que a la vez se lo cierra, por la sublevación fascista que se lleva una mañana a los que tenían ideas republicanas y más las mostraban, entre ellos, a su profesor.

Esta escena supone no sólo el final de una película, sino algo más, al menos por lo que yo entiendo. Supone el entierro de la libertad, eliminar todo aquello con aire libertario y, si con ello hay que matar, se mata, incluso a inocentes maestros de pueblo. Solamente por pensar de una manera diferente.



La Historia para algunos es innecesaria, para otros es bonita. Yo creo que es necesario recordarla, y que no es bonita, si bien puede tener pasajes gloriosos, pero sólo para algunos, para otros, como veis, son tristes.



"Ahora quien ruge es el silencia impuesto enterrando las voces en este maldito tiempo
Tierra de conejos, país de madrigueras
¿cuántos huesos se han tragado las cunetas?" ("Sotanas" del álbum "La tierra está sorda" de Barricada)

[…]Asturianos de braveza,
vascos de piedra blindada,
valencianos de alegría
y castellanos de alma,
labrados como la tierra
y airosos como las alas;
andaluces de relámpagos,
nacidos entre guitarras
y forjados en los yunques
torrenciales de las lágrimas;
extremeños de centeno,
gallegos de lluvia y calma,
catalanes de firmeza,
aragoneses de casta,
murcianos de dinamita
frutalmente propagada,
leoneses, navarros, dueños
del hambre, el sudor y el hacha,
reyes de la minería,
señores de la labranza,
hombres que entre las raíces,
como raíces gallardas,
vais de la vida a la muerte,
vais de la nada a la nada:
yugos os quieren poner
gentes de la hierba mala,
yugos que habéis de dejar
rotos sobre sus espaldas.
Crepúsculo de los bueyes
está despuntando el alba.
Los bueyes mueren vestidos
de humildad y olor de cuadra:
las águilas, los leones
y los toros de arrogancia,
y detrás de ellos, el cielo
ni se enturbia ni se acaba.
La agonía de los bueyes
tiene pequeña la cara,
la del animal varón
toda la creación agranda.
Si me muero, que me muera
con la cabeza muy alta.
Muerto y veinte veces muerto,
la boca contra la grama,
tendré apretados los dientes
y decidida la barba.
Cantando espero a la muerte,
que hay ruiseñores que cantan
encima de los fusiles
y en medio de las batallas.

(Fragmento de “Vientos del pueblo me llevan” de Miguel Hernández)

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